sábado, 29 de julio de 2017

EL CLUB DE VERSÁTILES - 2. BOOM GAME

Boom Game!
El apartamento de Johan, pequeño y sencillo, era realmente confortable, quizá en un día normal Bryan hubiese considerado eso, pero ese día le parecía un lugar apartado del tiempo y el espacio, como si el mundo de fuera estuviera a miles de kilómetros de distancia. El atractivo Johan había hecho que se sentaran uno frente al otro en la cama y mostrándole una aplicación en su celular le habló sobre el juego del club.

-Es un juego sencillo, a decir verdad. Lo inventó Ivan Loyola, nada más y nada menos que quien inventó el club. El estudia ingenieria de sistemas y pues desarrolló está aplicación: Boom Game.

Bryan miró intrigado el icono en forma de esas bombas circulares que se activaban con mecha, esa forma más él nombre del juego no le daba buena espina.

-No hagas esa cara, aunque tienes la extraña habilidad de verte atractivo sin importar que cara hagas...

El halago de Johan hizo que se sintiera apenado, realmente Bryan nunca se había considerado atractivo.

-Bien-dijo Johan-como dije, el juego es muy sencillo, simplemente es una aplicación en la que presionas un botón y la aplicación te muestra un resultado aleatorio y dependiendo de ese resultado buscaras unas instrucciones en otra parte de la aplicación y tendrás que realizarlas.

-¿Qué tipo de instrucciones?

-Lo mejor será un ejemplo...Digamos que podría salir que debemos tener sexo en las escaleras o en el parqueadero.

Bryan sopesó la idea de retirarse ahora que podía pero Johan continuó hablando.

-Obviamente es una exageración, aunque bien podría salir algo así, amigo. Como soy tu anfitrión pues te doy los honores. Presionalo y veamos que sale.

Luego de decir eso Johan le pasó su celular, que mostraba en la pantalla la imagen de un botón rojo. Bryan pensó en decirle que ese juego le parecía un tanto loco, que al fin de cuentas no estaba hecho para ese club de versátiles después de todo, pero en vez de decirle eso y como hipnotizado por los ojos verdes de Johan, presionó el botón y al cabo de tres segundo luego de una música alegre la aplicación dio el resultado. Dos palabras rojas sobre fondo amarillo: “La maquinilla”

Después de eso la pantalla cambio a la explicación del juego. Johan recuperó su celular y lo leyó con una sonrisa. Bryan empezaba a sentirse más acalorado.

-Según esto, debemos rasurarnos uno a otro con una máquina de rasurar.-dijo al fin Johan-por supuesto nuestras partes intimas.

Johan tomó a Bryan de la mano y lo llevó al interior del baño, allí había una máquina rasuradora, la activó por un momento y el ruido del pequeño motor hizo que Bryan diera un respingo.

-¿Quién empieza?

La pregunta quedó en el aire por un momento. De inmediato Johan le dio la rasuradora y empezó a desnudarse. Primero la camisilla negra, revelando unos pectorales y abdominales firmes y bien trabajados. Sus pezones eran pequeños y claros. Bryan se mordió el labio inferior instintivamente. Después Johan se quitó la pantaloneta azul, lentamente y mirando a Bryan en todo momento. Lo único que lo cubría en ese momento eran un boxer negro.

-Del resto te encargas tú-dijo sonriendo como una estrella de cine. Bryan pensó en un momento en Richard, él chico de quien estaba enamorado y por quien había entrado al club de versátiles, sin embargo, frente a este adonis moderno pensó que al fin de cuentas no iba a ser del todo un sacrificio jugar los juegos que lo llevarían a Richard. Bryan se arrodilló y con cierta torpeza bajo el boxer de Johan de forma un tanto brusca. Al salir el pene de Johan, firmemente rígido, le golpeó la cara. Las fosas nasales de Bryan aspiraron el olor de su virilidad. Era un pene grueso con un glande pequeño y puntiagudo. El vello púbico era rizado.
Bryan encendió la máquina y sintiendo que la pena pasaba ya empezó a rasurarlo despacio. En algún momento tuvo que sujetar el pene de Johan y cambiarlo de posición para poder rasurar varias partes, cuando le rasuró los testículos el rostro de Johan mostraba un completo éxtasis.

-Ahora es tu turno.-dijo Johan ayudándolo a ponerse de pie, y posteriormente a desnudarlo.

Johan fue muy cuidadoso de dejarlo completamente lampiño.

-Es más grande que él mío-comentó Johan mientras le devolvía la máquina a Bryan y sujetandole el miembro se lo llevó a la boca y empezó a chuparlo. La sensación fue increíble, tanto que Bryan no pudo contener varios gemidos. Más tarde supondría que la excitación previa debido a la rasurada tuvo que ver, eso y lo acostumbrada que parecía la boca de Johan en succionar y lamer.

Johan se incorporó y lo besó de forma violenta. luego se giró y apoyándose contra la pared le enseñó el trasero a Bryan.

-Se que lo has estado mirando cada vez que puedes desde que me viste. No me crece mucho vello allí pero sería bueno que lo rasuraras también.-dijo.

Era una hermosa visión, sus nalgas redondas y firmes y en el centro aquello que Bryan quería explorar a fondo. Se agachó nuevamente y encendió la máquina, rasurando y limpiando, mientras Johan gemía de placer ante la vibración de la máquina contra su piel. Bryan no pudo contenerse y apagando la máquina llevó su lengua al punto del placer en el trasero de Johan.

Más tarde los dos irían a la cama y se conocerían a fondo cada parte de su cuerpo. Bryan no se arrepentía para nada el haber aceptado hacer parte del club. Por lo menos, no en esos momentos.

lunes, 17 de julio de 2017

EL CLUB DE VERSÁTILES- 1. LAS REGLAS DEL CLUB

“¿Qué se supone que estoy haciendo?” Pensó Bryan, cuando el taxi lo dejó frente al edificio de ladrillos rojos.
-Ya llegamos-dijo el conductor sin dejar de mirar al frente.
Bryan miró la dirección que Johan le había enviado por whatsapp, coincidía perfectamente con los números dorados en la portería del edificio. Con un breve suspiro, Bryan sacó su billetera le pagó al taxista y salió del auto.
“Bueno, ¿quien dijo miedo?”
Una vez abandonó el clima confortable dentro del taxi, los rayos del sol cubrieron su cuerpo, el calor estaba alrededor de él, cosa muy natural. La ciudad donde vivía era la tierra del sol.
No tuvo necesidad de preguntar al portero por Johann, este lo esperaba en la entrada sonriendo galantemente.
“Dios mio, que guapo es” Pensó y junto con su corazón acelerado, sintió como su miembro empezaba apretarle contra él pantalón Jean ajustado que llevaba.
Johan llevaba solo una camisilla negra y una pantaloneta azul cielo que no alcanzaba a cubrir las rodillas, de calzado unas sandalias sencillas. La foto de perfil en sus redes sociales no le hacían honor a su sensualidad. Tenía el mentón cuadrado y la nariz recta dándole armonía a su rostro, su boca era de esas bocas que por lo largo de los incisivos centrales permanecía sutilmente abierta, lo que en el caso de Johan resultaba perfectamente provocativo, además el pequeñísimo detalle de unos ojos verdes que contrastan pecaminosamente con su piel suavemente quemada por el sol.
-Ven, vamos. Por un momento creí que no vendrías- dijo y empezó a caminar. Bryan se apresuró a seguirlo con la sensación de que sus piernas le fallarían en cualquier momento.
Pero eso no ocurrió y siguió a Johan por las escaleras. Ese hermoso chico era él primero del club que visitaba. Por supuesto, Bryan tenía una visión perfecta del trasero de Johan mientras subía, redondo y firme.

-¿Por qué creíste que no vendría?-preguntó para romper el silencio.
-Suele pasar, esto no es para todo el mundo. Algunos se arrepienten sin siquiera intentarlo. Recuerdo lo nervioso que estaba la primera vez que empecé el ciclo me moría de miedo, eso fue hace un año y te puedo decir que vale la pena... claro si esas cosas te gustan. Llegamos.
Después de cruzar el pasillo del piso quinto se habían detenido frente a la habitación 502.
“¿Qué se supone que estoy haciendo?”volvió a preguntarse Bryan así mismo mientras cruzaba la puerta y Johan lo envolvía en un abrazo.

Lo que ocurría no era simplemente una cita a ciegas con un chico o una cita con un Escort, no, lo que ocurría era cosa del club de versátiles del cual Bryan había aceptado hacer parte luego de que su amigo de la universidad, Victor, le recomendara entrar. Todo debido a que le gustaba un chico llamado Richard que hacía parte de dicho club.

-Las reglas son sencillas, Bryan-le había dicho Victor una tarde libre de deberes que los dos disfrutaban en un parque bajo la sombra del edificio de la facultad de ciencias.-Ahora mismo somos ocho integrantes, tu vendrias a ser el noveno, cada uno de nosotros tenemos el rol de versatil. Ese es tu rol ¿no?

-Pues, si, he probado los dos roles-fue la respuesta de Bryan, hasta ese día no había tenido un amigo con quien hablar de su condición sexual. Bryan era bastante reservado con sus sentimientos y actos, por lo que no era muy abierto a hablar de tales temas a la ligera. Pero Victor le daba confianza desde que se conocieron en primer semestre. Hasta ese día ninguno de los dos había hablado de su orientación sexual, la conversación vino de Victor naturalmente quien sin perder tiempo le habló del club.
-Ese es un importante requisito para estar en el club, amigo, por algo se llama EL CLUB DE VERSÁTILES. Otros requisitos importantes es que debes ser atractivo y vivir solo. Cumples ambos por fortuna.
-Gracias por considerarme atractivo.
-Si lo eres y lo fueses más si no te vistieras como un viejo de ochenta años. Bueno, en eso exagere un poco. Pero que yo te considere atractivo no es suficiente todos los integrantes deben votar si te aceptan o no, y si obtienes más de la mitad de los votos pues entras.
A Bryan todo ese asunto le parecía un tanto escabroso, más porque Victor no terminaba de explicar de qué se trataba.
-En ese caso, mejor será que no guarde esperanzas.
-Al contrario, ten más confianza, amigo. Todos votaron a favor. Parece que tu aparente timidez le resulta atractiva.
-¿Cómo que han votado?
-Si, les envié varias fotos tuyas y ese fue el resultado.
-Eso fue atrevido de tu parte, ¿quiere decir que estoy dentro? Aún no me dices que se hace en ese club.
Bryan recordaba que Victor había sonreído de una forma infantil.
-Pues follar desde luego...follar con todos los miembros por orden, se supone que practicar ambos roles pero se permite hacer él que más te guste si ambos están de acuerdo, una vez lo haces con él primero sigue el segundo en fechas que ambos concuerden, una vez has terminado él ciclo se vuelve a repetir. Tu amado Richard está en este club, así que eventualmente te tocará.
Bryan se sentía un poco mareado luego de escuchar todo eso, pero sería falso afirmar que no lo excitaba todo ese asunto, aunque al mismo tiempo se entristecía pues no quería a Richard únicamente de esa forma, no compartiéndolo con todos, con tantos, además había descubierto algo.
-Entonces, eso quiere decir que te has acostado con Richard.
-Así es, no te contare como fue, eso te toca descubrirlo si te atreves.
-Es algo muy perverso lo que propones, ¿tendré que acostarme contigo alguna vez entonces?
Victor volvió a reír como un niño.
-No seas tan serio, Bryan. Basta con que le digamos a los demás que lo hicimos y así pasar al siguiente. Además, es un club si cumples las reglas pues harás parte de nuestro grupo, de vez en cuando nos reunimos y la pasamos bien. De hecho para fin de año esperamos hacer una gran fiesta. ¿qué dices? ¿les digo que aceptaste?

Y aceptó desde luego, en parte porque le molestaba que Victor supiese lo que era estar con Richard y él no, la otra parte por pura curiosidad, quería conocer qué tipos de personas hacía parte de tan torcido club ¿No lo era él también?

El primer integrante que le tocó era Johan, pronto compartieron contactos y él lo citó en su apartamento. Una vez cerraron la puerta tras ellos Johan lo abrazo suavemente, y lentamente busco con su boca los labios de Bryan.
Cuando terminó de besarle, lo miró fijamente con sus ojos verdes e intensos.
-¿Está todo bien?
Lo que quería preguntar era si podía seguir o no. Lo cual le gusto a Bryan, sin embargo, no estaba preparado para más.
-¿Podemos hablar un poco primero?
-Por supuesto, de esa forma nos preparamos para el juego.-
-¿Qué juego?- preguntó Bryan intrigado.
-¿Victor no te lo contó?, ese demonio, bueno, no sería divertido si solo te reúnes a tener sexo con un miembro del club. Para hacer las cosas interesantes está el juego.
La sonrisa de Johan era enigmática, Bryan tragó saliva antes de preguntar.
-¿De qué se trata?

EL CLUB DE VERSÁTILES- PRELIMINAR

-Richard te gusta, ¿No es así?
-¡Ah! ¿Eh? ¿A qué te refieres, Víctor?
-He visto como te le quedas mirando.
-No. No. ¿Cómo podría? Es un chico, como nosotros.
-No seas tonto. Somos amigos, podemos ser sinceros. Y tú eres tan gay como yo.
-Pues...
-Richard también lo es. Bueno es bisexual, pero en sentido práctico es lo mismo.
-¿En serio? Pero es fiel a su novia ¿no?
-Primero contéstame francamente si te gusta o no.
-Está bien, me gusta mucho. Desde que entré a la  universidad, he estado perdido por él.
-Muy bien, entonces te conviene entrar al club de versátiles.
-¿Qué es eso?